La habitación era de buen tamaño, con un baño privado y me ha gustado mucho de verdad su personal, era excelente. La ubicación era perfecta, el Rofan Cable Car estaba a 10-15 minutos a pie del hotel. Encima, estaba muy, pero que muy cerca de la montaña y de la estación de tren y también de la cafetería...

Me ha gustado mogollón Maurach, el hotel era precioso, a la montaña. Lo mejor era el escritorio y la silla, y la posición del hotel, maravillosa. - Tenía unas camas super cómodas y unas vistas preciosas. - En el personal todos eran muy amables.

El personal era muy amable, uno de los mejores de Maurach. La cama era super cómoda, el baño bueno y había un escritorio y una silla en la habitación.

Es un hotel tradicional precioso situado en un edificio tradicional. Una habitación impecable, con una ducha, un secador de pelo y toallas de baño. - La ubicación es excelente y encantadora, está justo al lado del Rofan Cable Car.

Este hotel es simplemente encantador, con una ubicación ideal cerca del lago y rodeado de impresionantes montañas. El personal nos brindó una atención excepcional, mostrando un interés genuino en ayudarnos en todo momento. Además, las habitaciones son cómodas y acogedoras, con baños privados, televisión y vistas impresionantes. El desayuno también fue estupendo, con una amplia variedad de opciones para empezar el día con energía.

Todo estuvo perfecto, no hay nada que mejorar.

El personal es amable, las habitaciones tienen televisor y baño privado, y sirven un desayuno delicioso con muchas opciones para elegir.

Todo el personal aquí era maravilloso y encantador, la vista desde la habitación era preciosa!

Habitación amplia y moderna. Desayuno completo. Atención del personal excelente. Parking disponible. Supermercado y restaurante cercanos.

Nada, todo bien.

Las habitaciones son impecables y enormes, con vistas estupendas, una caja fuerte personal, una nevera y una zona de estar. La ubicación es excelente, justo al lado de un túnel, del centro y de las montañas. El personal es servicial y me alegró encontrar Hutte Almstuberl im Rofan, que estaba a poca distancia del hotel y servía buena comida.

Nos encantó este encantador hotel en las montañas, cerca de la playa. Nuestro apartamento era espacioso, con hermosas vistas a la montaña y al lago. Podíamos disfrutar de cenas en la acogedora salita del balcón cubierto. El desayuno era fenomenal, con opciones deliciosas en el salón con vistas. La dueña fue encantadora y el estacionamiento gratuito, tanto cubierto como al aire libre, fue muy conveniente.

El único inconveniente fue que la cocina del restaurante cerraba temprano, por lo que no pudimos cenar cuando llegamos.